Buenas tardes,
Hemos decidido, Sam y Cheshire,
llevar a cabo este proyecto en conjunto. El proyecto es dedicado a hablar de un
fenómeno paranormal (en el sentido estricto de la palabra) que está haciendo de
nuestras vidas de estudiantes de filosofía una verdadera odisea: El Erasmus.
Debido a la complejidad y
extensión de la cuestión hemos decidido contar los sucesos ocurridos en
distintos capítulos, hasta que acabe todo el proceso. Llegará un momento en
cada una se marche a su universidad de destino, nos convertiremos en “estudiante
in-coming” y la historia se dividirá en dos. Pero hasta entonces,
compartiremos, en la medida de lo posible, nuestras aventuras en pareja como
estudiantes “out-going”. Espero que lo disfruten y se diviertan.
Capítulo 1: El comienzo.
Empezaremos por el principio: La
facultad de filosofía y letras se caracteriza, en contra de la de arquitectura,
psicología, traducción, derecho… en que se compone de más de una carrera.
Dentro de filosofía y letras se estudia: antropología, historia, historia del
arte, diversas filologías (de cuyos nombres no tengo porqué acordarme) etc, etc,
y FILOSOFÍA. Ello no implica que filosofía se estudie dentro del edificio de la
facultad de filosofía y letras, sólo que pertenece a esa facultad (para entender
la diferencia entre UNIVERSIDAD y edificio de la universidad ver: Ryle (1949)
“El mito de Descartes” en El concepto de
lo mental.)
Para organizar todo este sistema
complejo existe un ente incognoscible llamado “coordinador” y una serie de “asesores” que, se supone,
deben llevar a cabo la tarea de mediador entre alumnos y coordinador.
Cuando uno entra dentro del plan
de movilidad Erasmus se le nombra “estudiante out-going”, título con vigencia durante el proceso de estancia en la Universidad de Origen, y se le informa de que se convertirá en estudiante “in-coming” durante
su estancia en la Universidad de Destino, donde ya le llaman a uno “in-coming”,
de modo que lo primero que hay que hacer es “aprenderse de memoria la página
web de la universidad de destino” teniendo en cuenta que tú allí eres
“in-coming” y no “out-going”. Pero, por supuesto, tienes que decidir cuál
quieres que sea esa Universidad de Destino, y lo tienes que hacer según los destinos
que se ofertaron el año pasado, es decir, los destinos en los que están los
actuales estudiantes "out-going", que no tienen porqué ser los mismos que los
del año que viene, ni, siendo los mismos, tienen porqué exigir las mismas
condiciones. Para elegir tienes tres opciones:
- Preguntarle al asesor qué te recomienda. (Posición dogmática)
- Enviar correos a todas las universidades de destino para saber en cuáles hay y en cuáles no hay acuerdo. (Regresión al infinito)
- Esperar hasta saber cuáles son los destinos que se ofertan y decidir, teniendo que mandar correos a todas las facultades que se ofertan para preguntar las condiciones, en un plazo mucho más reducido. (Circularidad que lleva a una regresión al infinito)
Una vez que tienes las listas de
las universidades de destino con los supuestos requisitos exigidos y/o
recomendados, uno tiene que plantearse sus posibilidades
económicas-intelectuales. Suele darse que las ciudades con más plazas son las
más caras y viceversa. Resulta, además, que las exigencias de idiomas son
orientativas pero no definitivas, de modo que pueden recomendarte un A2 en
alemán para ir a Munich y que durante los últimos trámites del proceso (esto
es, cuando ya has aceptado la beca y no hay vuelta atrás) recibas una carta en
la que se te advierte de que no aceptan estudiantes “in-coming” Erasmus españoles
con un nivel de alemán inferior al B2.
Pero centrémonos en el asunto.
Llega Febrero y se convoca una reunión en la que nos cuentan lo maravillosa que
es la experiencia Erasmus, con fotos de modelos rubios y ojos azules tomando
café y helado en el césped de una universidad que no tiene nada que envidiar al
castillo de Hogwarts: ¡Vais a aprender idiomas! Conoceréis gente nueva, veréis
como se estudian vuestras carreras en otros países... Esto os va a abrir muchas
puertas para vuestro futuro. ¡Pensad que, además, la universidad de Granada tiene
mucha experiencia en este proceso y que os va ayudar en lo posible!... Y tú que
eres estudiante “out-going” y un friki de Harry Potter te lo crees… MAL.
Eliges tus (no recuerdo cuantas)
universidades de destino favoritas y esperas a que salgan las listas de
selección. Uno va a apareciendo en distintas listas de aceptación según los
puntos que tenga y las universidades en las que se le va aceptando. Una vez que
apareces en la lista puedes aceptar reclamar o rechazar. Has aceptado,
enhorabuena: Eres estudiante “out-going”. ¿Pero no lo era ya? NO. Lo eras en
teoría, ahora lo eres en la práctica y es AHORA cuando empieza el verdadero lío.
Pero esa es otra historia y no seré yo quien os la cuente…
Hasta pronto,
Cheshire cat.
JAJAJAJAAJAJJAJA motivando al personal para pedir la erasmus así me gusta!
ResponderEliminarYo voto por presentar el blog como trabajo conjunto final de Master XD esto cada vez mola más
ResponderEliminarSecundo la propuesta de Polilla. Es genial. Aunque, por cierto, El Concepto de lo Mental es de 1949. Que será un blog para profanos, pero un mínimo de rigor hay que tener =P
ResponderEliminarLo siento, es que no entiendo la letra a mano, ya lo cambio! =)
EliminarSabemos que esperabais esta serie con ansia...jajajajaja Be outgoing, my friend... En breve tendreis mi capitulo disponible ;)
ResponderEliminarLo de presentarlo como Trabajo fin de Master lo veo eh!!
¡YUJU! ¡Serie Erasmus!
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