BESANÇON.
ME VOY AL PUÑETERO BESANÇON.
Una
vez aclarada la cuestión de dónde carajo me voy de Erasmus, continuo la serie “Aquellos
inocentes estudiantes Out-Going”. Como ha dicho mi compañera Cheshire, esta
serie sobre el suceso paranormal llamado Erasmus lo escribiremos entre las 2. Después
de dar la chapa con el Erasmus en clase, cafetería y alguna que otra red
social, nuestro querido blog no podía quedarse fuera de la terapia de grupo (Hola,
somos Cheshire y Sam y nos metimos en el Erasmus…)
Capitulo
2: Erasmus, una visión filosófica
Hasta
ahora nuestro proceso Erasmus se ha dividido en 2 fases: “He decidido irme de
Erasmus, el curso que viene va a molar tela, me quiero ir ya” y “Quien coño me
manda meterme en un Erasmus, yo no me entero de nada, estos papeles a quien y cuando
se mandan”. Este visión dualista de la realidad, queridos lectores, ha sido
creada por la sociedad y la reunión de Febrero sobre el proceso Erasmus
(Cheshire ya os habló de esta reunión). Hagamos un experimento mental de esos que
nos van a los filósofos. Si digo “ERASMUS”, ¿en qué pensáis? Exacto: Una
experiencia preciosa, viajas, conoces gente, bebercio, y los maravillosos
césped de las típicas fotos. (Idealismo) Esto es lo que nos vende la
sociedad, y lo que nos vendió la reunión Erasmus de Febrero. Nosotras mantenemos
la esperanza de que en unos meses esto se actualice. (Si estas pensando en cosas
2.0 NO eres filósofo o NO has aprobado Antigua 2: Aristóteles.)
Tras
aquella maravillosa reunión de Febrero (de la cual sales convencida de tu
decisión), tras el complejo proceso de elección de un destino (Mail-respuesta
verídico de la Universidad de Londres: “¿¿Cómo?? ¿¿Que has solicitado plaza en
nuestra universidad?? Esperamos que puedas modificarlo, porque el curso que
viene no se cursa nada de Filosofía aquí”), tras la adjudicación de tu destino
y aceptarlo… llega… ¡¡¡TUNTUN!!! La elección de asignaturas y la segunda
reunión Erasmus. O en términos filosóficos, la salida de la caverna, la
realidad frente a ti sin más. (Realismo)
Respecto
a las asignaturas, después de muchos paseos a la Facultad de Letras (el asesor encargado de ayudarnos en este proceso es como el Rey, figura representativa que
firma cosas) optamos por elegir las más parecidas a las que haríamos aquí.
Porque total, llegaremos a nuestro destino y habrán cambiado horarios y
contenidos, y tendremos que cambiarlo todo. (Realismo moderado)
Respecto
a la última reunión informativa me limitaré a citar:
“La
beca serían 150 euros al mes… si os vais nueve meses pues sale... em…a ver...
bueno… total, aquí somos todos de letras, ¿no?” Coordinadora del aspecto
económico del Erasmus. Nada más que añadir.
“Si
os pedimos el número de cuenta bancaria, y nos dais el numero de la tarjeta de
crédito… lógicamente no os llegará el dinero de la beca. Ha habido casos.
Muchos” Te empiezas a cuestionar si la Selectividad es una prueba fiable para
el acceso a la Universidad.
“Bueno,
por lógica debería ser así, pero aquí no podemos guiarnos por la lógica” Misma
coordinadora de antes respondiendo a una pregunta. Esto supuso un momento
crítico para Cheshire y para mi, en el cual nos planteamos salir de allí,
comprarle un Diez Calzada (y de paso una calculadora) a la coordinadora, dejarlo
en la mesa y salir de nuevo sin decir ni media palabra.
“Vaya
fraude de Erasmus, nos dan una mierda de beca y te lo tienes que pagar tu todo…
¿pero esto qué es?” Alumno que quiere vivir del cuento, indignado tras la
reunión Erasmus. (Idealismo radical)
Pues
bien, este es el tipo de gente que coordina y solicita el Erasmus. Seguro que
ahora entendéis lo de “quien me manda a mí...”
Seguiremos
informando,
Sam
Bouvier.
PD.
Nota aclaratoria para los profanos en la materia: El Diez Calzada es el manual
de Lógica que todo filósofo tiene en su casa, junto con otros manuales que no
ha vuelto a tocar desde que aprobó la asignatura en cuestión. Si te has dado
por aludido con lo de Aristóteles deberías cerrar el blog y coger el Reale, haz
el favor.
PD2.
¿Alguien sabe por qué la imagen de fondo de nuestro blog es una lavadora? No podía
aguantarme más esta duda existencial…
BUENÍSIMO, en serio.
ResponderEliminarLlevo riéndome sola un rato, si es que hasta el Erasmus tiene su lado filosófico.
Y respecto a la lavadora, tendrá que manifestarse Polilla...
Por el bigote de Nietzsche, esto.cada vez es mejor XD
ResponderEliminarLo de las lavadoras es por el eterno retorno, el bucle infinito.... Es porque me gustó la foto, vamos. Pero si se quiere cambiar esto es, al contrario que nuestro país, un filósofo, un voto, así que se decide por consenso
A mí me molan las lavadoras.
ResponderEliminarY me mola más aún la entrada. Madre de Dios, pobreticas. Yo no me voy de Erasmus ni loco.
Cada vez me gusta mas este blog... lavadoras de fondo y el horario de verano del Pacífico... why not.
ResponderEliminarPor cierto, las citas de la reunión son textuales. Es muy duro, lo se, pero son textuales.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA BRAVO!
ResponderEliminarDeberías convalidar esta entrada: Filosofía de la erasmus, yo lo veo, qué mínimo que 3 créditos de libre!
jajajajajajajjajaajjajajaja!! proximo capítulo: proceso de selección de asignaturas! no se lo pierdan!!
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