martes, 17 de julio de 2012

Aquellos inocentes estudiantes out-going. Cap 3.

Capítulo 3: La terrible frontera.

Buenas tardes filósofos, filósofas y muggles (es una broma, aviso a los susceptibles),

Me prometí a mí misma no volver a escribir aquí, ya que soy consciente de que algunos profesores míos leen este blog, PERO ahora mismo necesito desahogarme.
Si antes despotricábamos sobre el Erasmus, ahora nos tiramos de los pelos. He pasado de estudiante out-going preparándose para el in-coming, a encontrarme en el justo límite. Estoy en la frontera exacta, sentada en la línea entre el irse y el llegar, ahora, amigos míos, soy estudiante out-going- in-coming (Morin se sentiría orgulloso de mí).
Después de conseguir organizar todas las asignaturas para que me las convalidaran, encajando créditos como piezas de tetris intercambiables:
Dado el teorema:
Para todo x e y, tal que x sea un crédito en la UGR,  y sea un crédito ECTS en WU, se da el caso que x=y, independientemente de la procedencia de x y de y.
De modo que:
Si tengo 5 asignaturas TRONCALES  españolas de seis créditos, entonces  convalido cada una de ellas por una de  5 ECTS y cada ECTS que me sobra de cada una de ellas lo sumo en una asignatura de 5 ECTS inexistente que convalido por otra troncal de 5 ECTS  austriaca. Y si te quieres coger alguna más como por ejemplo una asignatura llamada juegos del lenguaje de Lewis Carrol en Alicia en el país de las maravillas, la haces y eso lo convalidas por créditos sin denominación que nadie sabe exactamente qué son.
Pero en fin, esta es la parte fácil, vayamos al grano, después del trueque de créditos llega la verdadera odisea.
Acabados los exámenes (los cuales he pasado yendo y viniendo de secretaria de la facultad a la secretaría de relaciones internacionales, de RRIII a Mapfre y de Mapfre al banco y del banco a…) ya en el mes de Julio, de vacaciones, llegaba yo a mi casa después de una tarde de sol y playa y se me ocurre abrir el correo: Documento desde la universidad de Viena que tienen firmar en RRII en Granada notificando que mi nivel de alemán es suficiente para poder dar las clases successfully. Teniendo en cuenta que en la convocatoria se RECOMENDABA nivel A2 de alemán y que el mío en este momento es A1, sentí pánico y terror. Después de levantarme a las 6 de la mañana, coger un autobús a Granada, ir a CLM a recoger mi título A1,  y hacer una cola de 2 horas, resulta que la administrativa de la oficina de relaciones INTERNACIONALES NO SABE INGLÉS, gracias a lo cual mis OBJETIVAS traducciones lograron convencerla de que era apropiado firmar el documento, a lo que ella decide ponerme un sello, mandarme a mi facultad a que me den un código y volver a bajar para que ella firmase.
Cuando parecía que todo estaba solucionado, recibo otro correo desde la universidad de Viena agradeciéndome el que enviara el formulario y recomendándome asistir a un curso intensivo de alemán durante el mes de septiembre. El curso comienza el día 3, así que debería estar allí el día 2. Envío un correo a mi residencia preguntando si podría hacer un cambio en la reserva y cuanto me costaría hacerlo (con la intención de pensármelo durante lo que queda de mes de julio ya que debo confirmar en agosto si quiero o no hacer el curso). A lo que a la hora siguiente responden que se me confirma que ACABAN DE CAMBIAR LA RESERVA para el día 3 porque los fines de semana y festivos no está abierta la recepción. Pasado el periodo de dubitación acerca de si merece o no la pena reducir mis vacaciones de verano, ya que lo han decidido ellos por mí, escribo un correo al curso de deutsch avisando de que llegaría un día tarde, porque en caso contrario el domingo tendría que ir a un hotel.
Al día siguiente recibo un correo de Viena recordándoseme los horarios de apertura de la recepción de la residencia que por lo visto son de 9.00 a 12.00, no existiendo vuelos que lleguen a Viena antes de las 14.25. De modo que independientemente de que llegue el lunes o el domingo el destino me obliga a dormir en un hotel, al menos una noche antes de poder entrar en la residencia, así que ahora mismo acabo de enviar un e-mail a la oficina del curso de alemán avisando de que al final sí llego el día 3, y me dispongo a reservar una habitación de hotel y un vuelo para el día 2 de Septiembre.

Os iré informando de las novedades.
Un saludo,
Cheshire Cat.